José PrevencionSV

Hacia una cultura preventiva a través de la Educación

Ergonomía en el Trabajo

La función principal de la Ergonomía es la adaptación de las máquinas y puestos de trabajo al hombre.

En el nivel preventivo, nos enfocamos en analizar los puestos de trabajo a partir de las condiciones con las que ya contamos, sin embargo, lo ideal siempre será diseñar los puestos de trabajo a partir del tipo de trabajo a realizar, los espacios con los que contamos, el tipo de equipo a utilizar, y, por supuesto, las condiciones físicas del trabajador. También, debemos tomar en cuenta, que el trabajador podrá no ser perenne en la empresa, pero, es nuestra obligación intentar adaptar las condiciones ya establecidas al trabajador que ocupe ese puesto de trabajo.

Para el análisis ergonómico de los puestos de trabajo en oficinas, debemos partir del estudio de los siguientes factores:

– Dimensiones del puesto.

– Postura de trabajo.

– Exigencias del confort ambiental.

Erróneamente se cree que un trabajo de oficina es confortable y plácido, sin embargo, trabajar sentado tiene sus desventajas, y una de ellas es la generación de malas posturas a la hora de trabajar ante un escritorio.

La mayor parte del tiempo permanecemos sentados, y esto, genera dolencias principalmente en la espalda, sobre todo, cuando por tiempos prolongados mantenemos una misma postura, la cual, no siempre es la más idónea y adecuada a nuestra condición física.

Recordemos que cada persona es distinta, y de acuerdo a sus condiciones, así debería estar adaptado el puesto de trabajo en cuanto al mobiliario. Asimismo, la postura del trabajador debe ser la más adecuada para el desarrollo correcto de sus labores.

El equipamiento básico para un puesto de trabajo debería ser:

– Silla de trabajo

– Escritorio o mesa de trabajo

– Apoyapiés o posapiés

– Apoyabrazos

De esto depende que podamos hacer una correcta evaluación del puesto de trabajo y que esté acomodado al trabajador, puesto que, estos elementos deben adecuarse a las medidas del trabajador.

Cambiemos hábitos

En nuestras empresas somos capaces de cambiar hábitos poco saludables entre nuestros colaboradores.

En los programas complementarios podemos incorporar actividades que nos pueden ayudar a:

– Evitar el sedentarismo

– Realizar pausas activas

– Promover campañas de salud física y psicológica

– Promover la alimentación saludable y balanceada

– Ejecutar un programa de actividad física

– Muchos más

Este tipo de programas complementarios nos permiten mantener la salud de nuestros trabajadores y obtener mejores resultados, disminuir el estrés, evitar incapacidades por desórdenes de salud a consecuencia de los hábitos alimenticios y sedentarios.

De acuerdo con el artículo 53 del Reglamento de gestión de la prevención de Riesgos en lugares de trabajo, los programas que la ley establece tienen que ver con medidas educativas y de sensibilización para evitar el consumo de drogas y alcohol, a efecto de evitar daños en los trabajadores y alteraciones en la organización del trabajo. Asimismo, se debe incluir las acciones de capacitación dirigidas al personal sobre los principios y procedimientos para prevenir las infecciones de transmisión sexual, incluida el VIH/SIDA y transmitir principios básicos relativos a la salud mental y reproductiva.

En ese sentido, podemos establecer programas para prevenir el consumo de alcohol y drogas, sensibilización sobre la salud reproductiva y la salud mental. Parte de este programa deberá incluir charlas por personal capacitado sobre el tema que se trate.

¿Hace cuánto recibiste una capacitación de primeros auxilios?

Los primeros auxilios funcionan cuando tenemos alguna emergencia en nuestro centro de trabajo, principalmente en aquellos casos donde hemos tenido víctimas de accidentes en los que se requiere la atención inmediata por parte del personal que tiene esos conocimientos.
En primeros auxilios aprendes a tomar decisiones con calma y a ejecutar lo aprendido como la primer respuesta ante las emergencias. Es fundamental saber qué hacer y cómo proceder, ya que, el miedo y la adrenalina del momento en que ocurren las emergencias, son vitales para preservar la salud de las víctimas.
No saber nada de primeros auxilios, puede poner en un riesgo mucho más grave a una víctima de accidente o dejarla con lesiones y secuelas mayores, por culpa de nuestra inexperiencia o por una medida mal aplicada.
La Resucitación Cardiopulmonar, la maniobra de Heimlich, las curaciones a heridas sangrantes, el entablillado a un miembro fracturado, atención a quemaduras, entre otros, son situaciones que podemos encontrar en nuestro centro de trabajo, dependiendo del giro al que se dedique nuestra empresa, es por ello, que, formarse en primeros auxilios, debería hacerse, por lo menos 1 vez al año, y en cada capacitación, elevar el nivel de conocimiento y de experiencia en los trabajadores designados para ello.
En la empresa es importante que el personal reciba formación en primeros auxilios al menos una vez al año.
– Nos permite brindar seguridad inmediata ante un accidente
– Elevamos el nivel de protección en nuestra empresa y para los demás colaboradores.
– Nos permite atender accidentes y heridas menores sin necesidad de hacer el traslado de víctimas a un centro de salud hospitalario.
– Los colaboradores aprender primeros auxilios para poder aplicarlos en su vida diaria y familiar
– Incremento del recurso humano capacitado para la atención primaria.
Recuerda: Actualiza tus planes de emergencia y de capacitación y entrenamiento para tu personal que responderá ante una Emergencia.

¿Cuáles son las funciones del CSSO?

Según el Artículo 17 de la Ley General de Prevención de Riesgos en los lugares de Trabajo, el Comité de Seguridad y Salud Ocupacional (CSSO) tendrá principalmente las siguientes
funciones:

1) Participar en la elaboración, puesta en práctica y evaluación de la política y programa de gestión de prevención de riesgos ocupacionales de la empresa.

2) Promover iniciativas sobre procedimientos para la efectiva prevención de riesgos, pudiendo colaborar en la corrección de las deficiencias existentes.

3) Investigar objetivamente las causas que motivaron los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, proponiendo las medidas de seguridad necesarias para evitar su repetición; en caso que el empleador no atienda las recomendaciones emitidas por el comité, cualquier interesado podrá informarlo a la Dirección General de Previsión Social, quien deberá dirimir dicha controversia mediante la práctica de la correspondiente inspección en el lugar de trabajo.

4) Proponer al empleador, la adopción de medidas de carácter preventivo, pudiendo a tal fin efectuar propuestas por escrito.

5) Instruir a los trabajadores y trabajadoras sobre los riesgos propios de la actividad laboral, observando las acciones inseguras y recomendando métodos para superarlas.

6) Inspeccionar periódicamente los sitios de trabajo con el objeto de detectar las condiciones físicas y mecánicas inseguras, capaces de producir accidentes de trabajo, a fin de recomendar medidas correctivas de carácter técnico.

7) Vigilar el cumplimiento de la presente ley, sus reglamentos, las normas de seguridad propias del lugar de trabajo, y de las recomendaciones que emita.

8) Elaborar su propio reglamento de funcionamiento, a más tardar sesenta días después de su conformación.

En términos generales, la función del CSSO es ser una parte proactiva, vigilante, preventiva y generadora de mejoras al ambiente laboral en los aspectos de seguridad, procurar procesos de trabajo seguros y proponer acciones que contribuyan a que la empresa logre una cultura preventiva entre sus colaboradores.

Sobreviviendo al Teletrabajo o Disfrutarlo

En esta nueva forma de realizar nuestras funciones desde casa, podemos ser víctimas de cansancio, frustración y hasta ahogamiento en nuestras labores.

Depende de cómo afrontemos esta nueva modalidad podemos tener exito o fracaso. Pero, ¿cómo podemos sacarle el máximo provecho? A continuación te comparto algunas medidas que pueden ayudarte a organizarte y obtener mejores resultados:

  • Define con tu empleador el horario de trabajo. Si eres independiente organiza el horario que mejor te convenga.
  • Organiza las labores en casa. Si tienes más personas en tu casa distribuyan las labores entre todos para sacar mejores beneficios y no descuidar las tareas domésticas y aprovechar el tiempo laboral.
  • Organiza tu espacio de trabajo. Una mesa o escritorio, tu PC o laptop, tus materiales. Preferentemente alejado de fuentes de ruido.
  • Comunica a tu familia que estás trabajando y por cuánto tiempo diario lo estarás haciendo para evitar distracciones.
  • Organiza tus funciones. Anota una agenda diaria, de preferencia con tiempo asignado a cada una.
  • Establece pausas de 5 minutos para hacer estiramientos, pausa activa, beber agua o buscar un café o un refrigerio.
  • Tomate tu tiempo de almuerzo. Se trata que tu rutina en casa sea lo más parecida a lo que hacías en la empresa.
  • No te excedas en el tiempo de trabajo. Si salías a las 6 p.m. normalmente, deja de trabajar a las 6 p.m. Exigirte más tiempo te cansará física y mentalmente y muy pronto no estarás cumpliendo con tus actividades diarias básicas y bajarás tu rendimiento.

Recuerda que la idea no es que te quemes, el rendimiento laboral depende mucho de tu descanso y de tu disposición y organización para el trabajo.

Sé responsable y cumple con lo que tu empleo demanda.

La postergación: el hábito de dejar todo para después

La RAE define la postergación como “Dejar una cosa para hacerla después de otra que se tenía previsto realizar”. Asimismo también puede entenderse como la conducta de dejar las cosas para más tarde. Aplazar, retrasar también son válidos, pero, el trasfondo de esta actitud es, dejar para después lo que se puede, o más bien, se DEBE hacer hoy. La postergación es un mal de nuestros tiempos, dejar de hacer las cosas que se tienen que hacer, no solo genera estrés, sino que, te evita conseguir tus objetivos en el tiempo que te habías propuesto, y, generalmente, te implica un retraso en el tiempo y pérdida de energía y esfuerzos, y si se quiere, también económicos.

La postergación debemos saber, es un acto voluntario, desde que nosotros elegimos no hacer algo, por hacer otra cosa, ya es una decisión nuestra, pero, por ser una decisión voluntaria, trae como consecuencia, un estrés anormal y una sobrecarga de trabajo, si esto se convierte en una norma y no en una excepción.

Decirte a ti mismo, que no vas a iniciar un proyecto de estudios este año porque “quieres tomarte un año sabático”, por ejemplo, en el supuesto que en tu trabajo te requieren estudios superiores para poder lograr un ascenso, pero tú, simplemente decides no continuar tus estudios, porque te sientes cansado, porque no quieres esforzarte o porque simplemente no te interesa estudiar ese año en particular, eso es postergar, y lo que, trae como consecuencia un déficit en el alcance de tus metas.

Muchas personas dicen que son más productivos cuando trabajan bajo presión, y pueden más o menos estar correctos o equivocados, no es necesario ponerte presión extra encima para ser más productivo, tampoco puedes o deberías no elegir en esperar que el “deadline” te coma vivo y no te deje tranquilo, que pases noches trabajando en un proyecto para el cual tuviste 2 o 3 meses para realizarlo, pero has venido postergándolo y esperas hasta la última semana para comenzar a trabajar porque según tú, tienes mejores resultados cuando trabajas bajo presión.

Te equivocaste en tu trabajo y tienes obligatoriamente que hablar con tu jefe para comunicarle tu error, pero no lo haces por el temor a ser reprendido y por las consecuencias que según tú, vas a pagar por equivocarte. Tu jefe termina dándose cuenta por otros medios y claro está, te reprende porque no dijiste las cosas en su momento, porque esperaste demasiado tiempo para comunicarlo, y porque, peor aún, no te acercaste con él con una solución al problema, sino que, simplemente, hiciste caso omiso y te importó poco o nada solventar tu error.

Dejar todo para mañana. Te has preguntado, ¿cuántos “lo voy a hacer mañana” te has dicho en el año anterior, y ya ha pasado ese año y tampoco lo has hecho?

¿Sabes que dejar todo para después, puede ser el peor error que puedes cometer? ¿sabes que de un momento a otro, tu “programación” del tiempo, en función de la postergación, puede cambiar y dejarte “sin tiempo” para hacer las actividades que has postergado?

¿Tienes idea a este momento, cuántas oportunidades has desaprovechado porque no has comenzado a trabajar cuando debiste?

La postergación requiere una intervención interior, pues, como mencioné anteriormente, es un acto voluntario en el que únicamente interviene la decisión propia y no otras personas, por ello, el factor mental es importante trabajarlo para poder vencer poco a poco el mal hábito de la postergación.

Para ello, puedes aplicar las siguientes tácticas:

  • Decirte a ti mismo, que lo que estás a punto de emprender no es difícil, que poco a poco lograrás comprender la tarea y que, el objetivo que te has trazado lo comenzarás a cumplir paso a paso. Siéntete experto en lo que tu haces, y que eso te ayudará a comenzar el “camino difícil” que mentalmente te has imaginado.
  • No intentes comerte la ballena de una sola vez. Está claro que hay actividades que requieren un mayor esfuerzo, y esto, es fundamental a la hora de decidir postergarla, pues, creemos que es algo que nos tomará demasiado tiempo, sin embargo, una vez vas paso a paso y trabajando a diario por los objetivos, comenzarás a darte cuenta lo equivocado que estabas, y que, es mucho más fácil de lo que imaginabas.
  • Dedícale poco tiempo, unos 10 minutos si a caso, y establece que al cabo de 10 minutos cambiarás de actividad para sentirte más alegre. Cuando menos lo pienses te habrás sumergido tanto en esa actividad que los 10 minutos los multiplicaste por 100 y no querrás dejar de hacerlo porque ya te gustó trabajar en ella. Lo importante en este punto es crear el hábito de iniciar el trabajo, una vez aprendas a dar el primer paso, todo lo demás te será más fácil y tus esfuerzos se verán mayormente recompensados y mejor aún, se convertirá en una rutina.
  • Trabaja en un ambiente diferente. Es normal, las personas necesitamos variedad, y mucha. Algunos somos muy exigentes en cuanto al ambiente en el que estamos laborando, necesitamos variedad, necesitamos movernos, necesitamos cambiar de ambiente. De vez en cuando y en ocasiones en las que necesites iniciar nuevos proyectos, sal del ambiente normal de trabajo, siempre que te sea posible, y acomódate en otro lugar que te presente mejores condiciones, un ambiente más fresco, con mejor iluminación, en un parque o en un jardín. Pero cambia el ambiente. Si necesitas concentrarse, vete a una biblioteca y sumérgete en el silencio y la condición propicia para concentrarte que tanto buscas. Muchos, no iniciamos ni damos el primer paso porque no nos encontramos cómodos en el ambiente en el que nos encontramos.
  • Sal del conformismo. Planea retos, genera ideas, márcate metas apasionantes. No te quedes sentado, o acostado, plantéate iniciar un nuevo proyecto, algo que sepas que puedes lograr y en lo cual eres experto.
  • Planifica. Las personas que planifican tienen mejores resultados, los que no, no tienen una hoja de ruta, desconocen el camino y pierden el tiempo dando vueltas en círculos sin saber dónde empezar.

 

Ahora que ya lo sabes, es momento de dejar de postergar y comenzar a actuar lo antes posible.

Riesgos Psicosociolaborales que debes prevenir

Actualmente, la prevención de riesgos no se limita particularmente a la gestión de los riesgos estructurales y de seguridad, sino que va mucho más allá de cuidar la infraestructura en la empresa, a los riesgos derivados de la maquinaria y equipo de producción.

La salud humana, es de vital importancia para el desarrollo de una empresa, así como lo es, la consecución de sus metas económicas y de crecimiento globalizado, ya que, de la buena salud, confort y disposición de los colaboradores, es que una empresa puede definirse como saludable y productiva.

Está comprobado, que un colaborador con mala salud, derivada de horarios inflexibles, jornadas largas, poco descanso, mal remunerados y con muy poca motivación en cuanto al crecimiento económico personal y profesional en la empresa, son puntos que minan el desarrollo mismo de la empresa a causa de la baja motivación de los colaboradores, pero, a su vez, generan cuantiosas pérdidas a consecuencia de incapacidades, jornadas no trabajadas, licencias para asistir a consultas, y, en el peor de los casos, la muerte de un colaborador.

Los riesgos psicosociales, son, y deben formar parte importante en la cultura de prevención en una empresa, ya que de ahí se deriva la buena salud y armonía de los colaboradores, puesto que, las presiones, el estrés por el cumplimiento de metas y una pésima gestión del recurso humano, tienden a menoscabar la salud mental y consecuentemente, física, de los colaboradores, recayendo en un debilitamiento de la estructura interna de la empresa, de forma gradual.

El mobbing, el estrés, el burnout, el acoso en cualquiera de sus características adentro de un lugar de trabajo, se han convertido en una de las principales causas de siniestrabilidad en las empresas, por lo cual, es de suma importancia que tanto los empresarios como los mismos colaboradores, entiendan y comprendan la magnitud de las consecuencias derivadas de cualquiera de estos riesgos psicosociolaborales.

Cuando hablamos de Riesgos Psicosociolaborales, debemos comprender y visualizar el espectro máximo de la persona y no sólo desde el ámbito laboral, ya que, el trabajador, antes de ser un miembro de una empresa, también es, padre o madre de familia, esposo o esposa, hijo o hija, también es estudiante, es soñador y tiene metas. La evaluación de este tipo de riesgos también debe identificar la raíz del problema, y eso conlleva la identificación de muchos factores que puedan afectar a la persona en sí, desde su ambiente familiar, círculo de amigos y problemas que le afectan en su comunidad, hasta su desenvolvimiento al interior de la empresa.

El ser humano, desde su concepción académica, se enfoca en lograr culminar con éxito sus estudios, y de esa forma poder desarrollarse profesionalmente en un empleo, en una empresa o en su propio negocio, sin embargo, cuando el crecimiento económico y profesional no llega, por las razones que sean, el estrés y la frustración aparecen, llevando consigo y generando más situaciones de riesgo que, si no son intervenidas oportunamente, a la postre, pueden dar paso a la depresión o la misma muerte de la persona.

En el ámbito laboral, muchas personas ven minadas sus aspiraciones de crecimiento por ser víctimas de hostigamiento laboral, acoso sexual, o incluso, el estrés focalizado hacia sus intereses, lo cual, también en el largo plazo, genera disconfort, frustración, estrés, depresión, y también esto puede conllevar a una enfermedad y su posterior muerte.

Entre los principales riesgos psicosociales se encuentran el estrés, el acoso laboral o mobbing, burnout, bullying laboral, depresión laboral, ansiedad laboral.

Estos riesgos están presentes en las empresas, pero en la mayoría de casos, permanecen invisibles, salvo el estrés que es mucho más “sencillo de detectar”, los otros riesgos son responsabilidad empresarial identificarlos. Por ello es que, desde la prevención laboral, se deben incluir este tipo de riesgos y la metodología necesaria para lograr identificarlos.

Un buen análisis del clima laboral, evaluaciones de desempeño, aplicación de un test de salud total, el análisis conductual de los colaboradores o incluso una entrevista directa, pueden coadyuvar a la predicción temprana de este tipo de riesgo y de esta forma evitar que en el largo plazo el trabajador sea un factor de riesgo tanto para el equipo de trabajo, como para su propia salud mental y física.

 

Cómo mejorar y tener una buena actitud

Tener una buena actitud es sinónimo de tener buena salud, sin embargo, muchas veces podemos gozar de una perfecta salud, pero nuestros ánimos, las ocupaciones de cada día, el estrés, el tráfico, nos impiden poder disfrutar de las grandezas que nos ofrece la vida y nos amargamos por cosas mínimas, y así, poco a poco, nos desgastamos y trasladamos nuestras frustraciones a nuestra familia, en nuestros trabajo y en cada ambiente que nos estamos desarrollando.

Pero, te has preguntado, ¿qué es la actitud? ¿Por qué es tan importante tener una buena actitud?

La actitud se desarrolla a partir de los propios sentimientos y pensamientos internos, y, obviamente, depende de cada uno de nosotros. Nuestro comportamiento no siempre puede ser el mismo cada día, somos variables, nos afectamos los sentimientos, y nuestros pensamientos muchas veces tampoco ayudan, trasladamos nuestras emociones al plan cotidiano y de esta forma, nuestra actitud, puede ser un fiel reflejo de lo que nosotros pensamos o sentimos. En fin, los humanos somos seres emocionales, pero también somos racionales, por ello, la importancia de tener salud emocional dará paso a una buena salud física y esto, conllevará a que nosotros tengamos una actitud positiva ante la vida.

La experiencia, también juega un papel importante, si hemos tenido una ruptura amorosa, una pérdida laboral, o cualquier evento que nos haya marcado, también tendrá un efecto significativo en nuestra imagen externa, la cual viene proyectada desde lo más profundo de nuestro ser: las emociones.

Por ello, es importante prestarle atención a nuestras emociones y a nuestros pensamientos, porque de ellos depende muchísimo nuestro comportamiento ante la vida cotidiana y ante las demás personas.

A algunas personas les es mucho más sencillo manejar sus emociones, sin embargo, habemos otros que fácilmente nos hundimos y quebramos a la menor dificultad que se nos presente. Por ello, es importante seguir alguna hoja de ruta que nos ayude a encontrarnos con nosotros mismos y evaluar los factores internos y externos que puedan estar generándonos conflictos que nos impiden tener una actitud positiva ante la vida.

A continuación, te presentamos algunos tips, que pueden ayudarte a mejorar tu actitud y por supuesto, encontrar aquello que pueda estarte afectando para emprender de mejor forma tu día a día.

  • Ejercitarse a diario.

Seguramente lo has notado, pero las personas que se ejercitan diariamente, y se levantan temprano a hacer alguna rutina de ejercicio, viven más alegres, empiezan más temprano su día y encuentran en el ejercicio una ruta de escape a los problemas cotidianos, pero, además, también es un buen conducto para desechar el estrés. Al principio, si no tienes una rutina establecida, podría serte difícil levantarte temprano, pero una vez cojas el ritmo, te será más fácil y te sentirás motivado de continuar ejercitándote.

  • Un examen interno

Una fórmula muy efectiva de lograr identificar qué es lo que nos afecta, es simplemente detenerse a hacerte un examen interno. Preguntarte, ¿qué es lo que me afecta?, ¿por qué me molesta que pase esto? ¿puedo tener control sobre este asunto? ¿está en mis manos la solución de este conflicto? Aunque no lo creas, cuestionarte objetivamente sobre lo que te sucede y darte cuenta que, efectivamente, la solución está en tus manos, te puede ayudar a encontrar la salida fácilmente a los problemas que estés atravesando. Un examen de conciencia efectivo es aquel que evita argumentar o justificar las actitudes y las emociones, y te vas directo a enfrentar las emociones para vencerlas. De ahí

  • Respira y piensa que todos los días sale el sol

Parecerá el título de una canción, pero, las personas somos demasiado intensas cuando algo no sale como queremos, y queremos que a fuerza las cosas cojan el rumbo que nosotros deseamos, sin darnos cuenta, o sin comprender, que no todo podrá ser como nosotros lo queremos, por ello, es importante hacer conciencia que cada día que se empieza es una nueva oportunidad para hacer mejores las cosas y agradecer la bendición de tener vida, tener salud, un techo, una familia. En el valor de las cosas pequeñas se empieza a encontrar el sentido de la vida.

  • Desconéctate y consiéntete

Desconéctate de las presiones, del trabajo, de la tristeza, ahuyenta los malos pensamientos. Coge el carro y conduce hasta una montaña, vete a la playa, oxigena el cerebro, sal de la rutina. Si no te es posible nada de esto, quédate en casa todo el día, duerme, ve las películas que no has visto en el último año, lee un libro que siempre has querido leer, aprende a tocar un instrumento musical, pero simplemente, desconéctate de todo lo que te afecta.

Date el gusto de consentirte, tú también necesitas recargarte.

  • Rodéate de gente positiva

La compañía es clave, rodearte de personas positivas, que siguen los mismos ideales tuyos, que piensan en hacer negocios antes que hablar de los demás, que buscan el sentido de la vida y de cómo triunfar, son las personas que te ayudan a inyectarte energía positiva y a ver desde otro punto de vista las cosas. Excluye a personas negativas, que no quieren o tienen miedo a crecer, que se ven frustradas con sus propios miedos. Que el equipo que elijas para luchar esté contigo hasta el final de las batallas.

Como ves, fácilmente puedes comenzar a vencer tus demonios, esos que te atan y te mantienen atrapado a tu pasado, comienza hoy a trabajar en ti mismo, peinsa diferente, piensa positiva, no dejes de soñar para que consigas grandes cosas, pero después de soñar, comienza con dar el primer paso, no importa que tengas que dar 100 pasos para ser una mejor persona, pero empieza hoy y continua mañana, un paso al día durante 100 días, y verás cómo vas cambiando y mejorando tu actitud, pero sobre todo tu vida.

El Teletrabajo y el cambio del entorno laboral

Una de las oportunidades que el COVID-19 nos ha traído para el giro de nuestros negocios, es que obligatoriamente debemos utilizar la tecnología como forma de mover nuestros negocios. El uso de redes sociales, sitios web, correos electrónicos, WhatsApp, y cualquier otra aplicación o medio que nos permita vender y mover nuestros productos y servicios, han sido vitales para el sostenimiento y movimiento de nuestra actividad económica. Sin embargo, no todas las personas creen que pueden seguir vendiendo por medios electrónicos.

La falta de conocimiento, la falta de aceptación, el recurso económico que se debe invertir para poner una plataforma en línea para ventas, el desconocimiento incluso de los diferentes medios y plataformas que pueden utilizarse para vender, entre otros muchos aspectos que podríamos mencionar como impedimento para vender en línea, hacen que las personas terminen por cerrar sus negocios o dejar de vender a esperas que el desconfinamiento se genere gradualmente.

La adaptación digital es, a este momento, una obligación casi para la mayoría de las empresas. Las instituciones educativas se verían obligadas, en otros tiempos, a suspender por completo su actividad por no disponer de medios digitales para seguir educando a sus estudiantes, los restaurantes de comida rápida, vieran cómo su call center se saturaría y no daría a basto para cubrir todas las solicitudes de envíos a sus clientes, y así podríamos nombrar diferentes rubros en los que la tecnología ha venido a mover y dinamizar los negocios.

Claro está, que la tecnología no puede suplir muchas de las actividades de las distintas empresas según el rubro en el que estos se muevan, sin embargo, si facilita el conocimiento, el traslado del producto al comprador, la gestión de ventas en línea y la atención a distancia.

Las empresas, independiente de su actividad, en este momento deben establecer planes para introducir más tecnología en sus labores diarias. El teletrabajo es una realidad que está tocando a las puertas de todas las empresas y sus empleados, la falta de movilidad obligó a que la mayoría de las empresas recurrieran a plataformas para tener reuniones virtuales, impartir clases en línea, interactuar con sus públicos y clientes, a mover sus negocios a un ambiente, quizá para muchos, desconocido. Pero, la tecnología llegó para quedarse, el teletrabajo vino para adaptarse y establecer una nueva realidad que años atrás, muchos de nosotros, quizá no esperábamos.

Trabajar desde casa es una realidad en este 2020, pero, aún nos queda muchísimo por aprender para cambiar nuestros entornos laborales y llevarlos a la digitalización.

Existen algunos puntos que podemos tomar en cuenta para poder digitalizar nuestras labores y también, capacitar a nuestros trabajadores para que sean altamente efectivos en el teletrabajo como también lo eran en sus puestos de trabajo presenciales:

IDENTIFICACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO, ACTIVIDADES Y PROCESOS

La modalidad del teletrabajo ha llegado para quedarse y el punto de partida es el análisis de los puestos de trabajo y cuales actividades pueden seguirse desarrollando perfectamente desde el ambiente digital. Desde Recursos Humanos se debe identificar cuáles trabajadores pueden mantenerse en modalidad de teletrabajo y cuáles trabajadores deberán continuar con sus labores presenciales. También desde Recursos Humanos, ya sea por sí o con la ayuda de cada trabajador, definir cuáles actividades que se desarrollan actualmente en modalidad presencial, pueden trasladarse al ambiente digital. Se deberá levantar un inventario de las actividades por puesto de trabajo para poder tomar una decisión y así definir cuáles permanecerán en modalidad presencial y cuáles en el teletrabajo.

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Las personas no siempre buscan la educación, tampoco buscan información. Solo unos cuantos (quizá miles) buscan la información por su cuenta. Hoy en día, GOOGLE nos abre las puertas a información que antes desconocíamos. Hoy, es más fácil aprender un nuevo idioma gracias al internet, podemos aprender a diseñar páginas web con tutoriales que los mismos usuarios suben a Youtube, y así podríamos seguir. Uno de los retos de las empresas es enseñar a sus trabajadores a hacer teletrabajo. Asignar obligaciones y responsabilidades es sólo una de las partes legales que las empresas pueden establecer para asegurar que la labor continúe en el teletrabajo, pero más allá de argumentos y respaldos legales, existe la parte formativa, de cómo el trabajador desarrolla su puesto con la tecnología: asistencia a reuniones virtuales, envío de correos a clientes y usuarios, envío de información, uso de Mailchimp, uso de WhatsApp como herramienta de trabajos, Facebook Workplace, Meetings, Google Drive o Microsoft One para respaldar los archivos y usarlos desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar, entre otros. La tecnología es abundante y los medios para continuar trabajando desde casa están dadas, sin embargo, las empresas deben invertir tiempo en formar a sus trabajadores para obtener los resultados óptimos que ellos esperan, asimismo, los trabajadores deben ser capaces de buscar información por su cuenta y poder aprender lo necesario que requieran para el desarrollo de sus labores.

LA CONFIANZA

Es cierto que a este momento la confianza casi que ha sido obligatoria porque no hay otra opción, sin embargo, los gerentes y administradores están contentos con los resultados que los trabajadores están generando cuando están trabajando desde casa. El distanciamiento social ha obligado a que todos nos adaptemos a una nueva forma de trabajo y el teletrabajo no solo ha brindado mejores alternativas, sino que también genera una mejor calidad de vida para los trabajadores. Reducción del tiempo en traslados, la permanencia y cumplimiento al horario laboral sin retrasos por el tráfico y el estrés que este genera, se manifiesta en el rendimiento de los trabajadores. Los trabajadores tienen mejores resultados porque tienen una mejor calidad de vida evitando los traslados y embotellamientos de las horas pico.

Los gerentes deben trasladar sus experiencias de confianza hacia los trabajadores para el cambio digital de nuestras labores, asimismo, el trabajador debe ser consciente que es una oportunidad para demostrar que es leal a la empresa y que pueden confiar en que seguirá haciendo su trabajo con la misma calidad que lo hacía presencialmente.

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ESFUERZO Y RESPONSABILIDAD

Las empresas han hecho un esfuerzo para asegurar que la actividad laboral no se detenga, y a eso se le suma el hecho que no todos los puestos de trabajo pueden desarrollarse desde el teletrabajo, sin embargo, muchísimas empresas han continuado brindando sus prestaciones a los trabajadores que no pueden someterse a este cambio digital por diferentes motivos, por que no existen los medios para que el trabajador continúe su labor en el ámbito digital a raíz de carencia de recursos tecnológicos: computadora, internet, etc. Pero, es aquí, donde es fundamental la responsabilidad del trabajador que sí está en la modalidad de teletrabajo a demostrar que incluso en casa, puede desarrollar su trabajo con mayor excelencia y calidad, siendo responsable en el cumplimiento de tiempos y de horario de trabajo, y entregando resultados óptimos, que es lo menos que se puede esperar.

En este punto confluyen 2 cosas, por un lado, el esfuerzo de la empresa por brindar los recursos y equipos necesario para continuar con el teletrabajo y por otra, la responsabilidad y el esfuerzo de los trabajadores para cumplir con sus responsabilidades. Si estos 2 factores se logran unificar y trabajar al unísono, las empresas no deberían tener problemas para seguir laborando desde el ambiente digital.

Como dijimos anteriormente, el teletrabajo ya es una realidad en muchas empresas y es un medio factible para continuar con las labores, siempre y cuando éstas puedan desarrollarse a distancia.

¿Cómo afecta la carga mental en el estrés?

Las exigencias psicosociales del lugar de trabajo moderno, con frecuencia no se corresponden con las necesidades y capacidades de los trabajadores, lo que puede producir estrés y problemas de salud.

Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las demandas de la situación (contexto laboral) y con las características del individuo.

La carga mental, podemos definirla como el conjunto de requerimientos mentales, cognitivos o intelectuales a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral, es decir, el nivel de actividad mental
necesario para desarrollar un trabajo.

Se entiende el grado de movilización, el esfuerzo intelectual que debe realizar el trabajador para hacer frente al conjunto de demandas que recibe el sistema nervioso en el curso de realización de su trabajo. Este factor valora la carga mental a partir de los siguiente indicadores:

  • Las presiones de tiempo, contempladas a partir del tiempo asignado a la tarea, la recuperación de retrasos y el tiempo de trabajo con rapidez.
  • Esfuerzo de atención. Éste viene dado, por una parte, por la intensidad o el esfuerzo de concentración o reflexión necesarios para recibir las informaciones del proceso y elaborar las respuestas adecuadas y por la constancia con debe ser sostenido este esfuerzo. El esfuerzo de atención puede incrementarse en función de la frecuencia de aparición de posibles incidentes y las consecuencias que pudieran ocasionarse durante el proceso por una equivocación del trabajador. Este aspecto es evaluado considerando la intensidad de la atención y el tiempo que debe mantenerse y aspectos que la incrementan como la frecuencia y las consecuencias de los errores.
  • La fatiga percibida. La fatiga es una de las principales consecuencias que se desprenden de una sobrecarga de las exigencias de la tarea.
  • El número de informaciones que se precisan para realizar la tarea y el nivel de complejidad de las mismas son dos factores a considerar para determinar la sobrecarga. Así, se mide la cantidad de información manejada y la complejidad de esa información.
  • La percepción subjetiva de la dificultad que para el trabajador tiene su trabajo.

Estas condiciones o tensiones, se manifiestan a corto plazo, a través de procesos conocidos como «estrés» e incluyen diversos aspectos de la salud, tanto física como mental y social.

Se trata de mecanismos:

  • Emocionales: sentimientos de ansiedad, depresión, alienación, apatía, etc.;
  • Cognitivos: tener dificultades para acordarse de las cosas, para pensar de forma clara, no poder concentrarse, ni tomar decisiones, etc.;
  • Comportamentales: no tener ganas de hablar con nadie, de estar con gente, sentirse agobiado, infeliz, no poder dormir bien, comer compulsivamente, abusar del alcohol, tabaco, etc.; y
  • Fisiológicos: problemas de gástricos, dolor en el pecho, tensión en los músculos, dolor de cabeza, sudar más, marearse, falta de aire, etc.

Como podemos darnos cuenta, un trabajador con estrés producida por las tensiones que genera la carga mental del trabajo, está propenso a sufrir más enfermedades, a tener menor motivación, a sentirse triste y frustrado, a ser menos productivo y a tener un desequilibrio mental como físico, que conlleva una baja producción en sus tareas y a ser un factor de riesgo tanto como en su persona como para quienes le rodean, ya sea en su centro de trabajo o en su familia.

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