José PrevencionSV

Hacia una cultura preventiva a través de la Educación

Riesgos Psicosociolaborales que debes prevenir

Actualmente, la prevención de riesgos no se limita particularmente a la gestión de los riesgos estructurales y de seguridad, sino que va mucho más allá de cuidar la infraestructura en la empresa, a los riesgos derivados de la maquinaria y equipo de producción.

La salud humana, es de vital importancia para el desarrollo de una empresa, así como lo es, la consecución de sus metas económicas y de crecimiento globalizado, ya que, de la buena salud, confort y disposición de los colaboradores, es que una empresa puede definirse como saludable y productiva.

Está comprobado, que un colaborador con mala salud, derivada de horarios inflexibles, jornadas largas, poco descanso, mal remunerados y con muy poca motivación en cuanto al crecimiento económico personal y profesional en la empresa, son puntos que minan el desarrollo mismo de la empresa a causa de la baja motivación de los colaboradores, pero, a su vez, generan cuantiosas pérdidas a consecuencia de incapacidades, jornadas no trabajadas, licencias para asistir a consultas, y, en el peor de los casos, la muerte de un colaborador.

Los riesgos psicosociales, son, y deben formar parte importante en la cultura de prevención en una empresa, ya que de ahí se deriva la buena salud y armonía de los colaboradores, puesto que, las presiones, el estrés por el cumplimiento de metas y una pésima gestión del recurso humano, tienden a menoscabar la salud mental y consecuentemente, física, de los colaboradores, recayendo en un debilitamiento de la estructura interna de la empresa, de forma gradual.

El mobbing, el estrés, el burnout, el acoso en cualquiera de sus características adentro de un lugar de trabajo, se han convertido en una de las principales causas de siniestrabilidad en las empresas, por lo cual, es de suma importancia que tanto los empresarios como los mismos colaboradores, entiendan y comprendan la magnitud de las consecuencias derivadas de cualquiera de estos riesgos psicosociolaborales.

Cuando hablamos de Riesgos Psicosociolaborales, debemos comprender y visualizar el espectro máximo de la persona y no sólo desde el ámbito laboral, ya que, el trabajador, antes de ser un miembro de una empresa, también es, padre o madre de familia, esposo o esposa, hijo o hija, también es estudiante, es soñador y tiene metas. La evaluación de este tipo de riesgos también debe identificar la raíz del problema, y eso conlleva la identificación de muchos factores que puedan afectar a la persona en sí, desde su ambiente familiar, círculo de amigos y problemas que le afectan en su comunidad, hasta su desenvolvimiento al interior de la empresa.

El ser humano, desde su concepción académica, se enfoca en lograr culminar con éxito sus estudios, y de esa forma poder desarrollarse profesionalmente en un empleo, en una empresa o en su propio negocio, sin embargo, cuando el crecimiento económico y profesional no llega, por las razones que sean, el estrés y la frustración aparecen, llevando consigo y generando más situaciones de riesgo que, si no son intervenidas oportunamente, a la postre, pueden dar paso a la depresión o la misma muerte de la persona.

En el ámbito laboral, muchas personas ven minadas sus aspiraciones de crecimiento por ser víctimas de hostigamiento laboral, acoso sexual, o incluso, el estrés focalizado hacia sus intereses, lo cual, también en el largo plazo, genera disconfort, frustración, estrés, depresión, y también esto puede conllevar a una enfermedad y su posterior muerte.

Entre los principales riesgos psicosociales se encuentran el estrés, el acoso laboral o mobbing, burnout, bullying laboral, depresión laboral, ansiedad laboral.

Estos riesgos están presentes en las empresas, pero en la mayoría de casos, permanecen invisibles, salvo el estrés que es mucho más “sencillo de detectar”, los otros riesgos son responsabilidad empresarial identificarlos. Por ello es que, desde la prevención laboral, se deben incluir este tipo de riesgos y la metodología necesaria para lograr identificarlos.

Un buen análisis del clima laboral, evaluaciones de desempeño, aplicación de un test de salud total, el análisis conductual de los colaboradores o incluso una entrevista directa, pueden coadyuvar a la predicción temprana de este tipo de riesgo y de esta forma evitar que en el largo plazo el trabajador sea un factor de riesgo tanto para el equipo de trabajo, como para su propia salud mental y física.

 

¿Cómo afecta la carga mental en el estrés?

Las exigencias psicosociales del lugar de trabajo moderno, con frecuencia no se corresponden con las necesidades y capacidades de los trabajadores, lo que puede producir estrés y problemas de salud.

Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las demandas de la situación (contexto laboral) y con las características del individuo.

La carga mental, podemos definirla como el conjunto de requerimientos mentales, cognitivos o intelectuales a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral, es decir, el nivel de actividad mental
necesario para desarrollar un trabajo.

Se entiende el grado de movilización, el esfuerzo intelectual que debe realizar el trabajador para hacer frente al conjunto de demandas que recibe el sistema nervioso en el curso de realización de su trabajo. Este factor valora la carga mental a partir de los siguiente indicadores:

  • Las presiones de tiempo, contempladas a partir del tiempo asignado a la tarea, la recuperación de retrasos y el tiempo de trabajo con rapidez.
  • Esfuerzo de atención. Éste viene dado, por una parte, por la intensidad o el esfuerzo de concentración o reflexión necesarios para recibir las informaciones del proceso y elaborar las respuestas adecuadas y por la constancia con debe ser sostenido este esfuerzo. El esfuerzo de atención puede incrementarse en función de la frecuencia de aparición de posibles incidentes y las consecuencias que pudieran ocasionarse durante el proceso por una equivocación del trabajador. Este aspecto es evaluado considerando la intensidad de la atención y el tiempo que debe mantenerse y aspectos que la incrementan como la frecuencia y las consecuencias de los errores.
  • La fatiga percibida. La fatiga es una de las principales consecuencias que se desprenden de una sobrecarga de las exigencias de la tarea.
  • El número de informaciones que se precisan para realizar la tarea y el nivel de complejidad de las mismas son dos factores a considerar para determinar la sobrecarga. Así, se mide la cantidad de información manejada y la complejidad de esa información.
  • La percepción subjetiva de la dificultad que para el trabajador tiene su trabajo.

Estas condiciones o tensiones, se manifiestan a corto plazo, a través de procesos conocidos como «estrés» e incluyen diversos aspectos de la salud, tanto física como mental y social.

Se trata de mecanismos:

  • Emocionales: sentimientos de ansiedad, depresión, alienación, apatía, etc.;
  • Cognitivos: tener dificultades para acordarse de las cosas, para pensar de forma clara, no poder concentrarse, ni tomar decisiones, etc.;
  • Comportamentales: no tener ganas de hablar con nadie, de estar con gente, sentirse agobiado, infeliz, no poder dormir bien, comer compulsivamente, abusar del alcohol, tabaco, etc.; y
  • Fisiológicos: problemas de gástricos, dolor en el pecho, tensión en los músculos, dolor de cabeza, sudar más, marearse, falta de aire, etc.

Como podemos darnos cuenta, un trabajador con estrés producida por las tensiones que genera la carga mental del trabajo, está propenso a sufrir más enfermedades, a tener menor motivación, a sentirse triste y frustrado, a ser menos productivo y a tener un desequilibrio mental como físico, que conlleva una baja producción en sus tareas y a ser un factor de riesgo tanto como en su persona como para quienes le rodean, ya sea en su centro de trabajo o en su familia.

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